Entre los vientos de aliento, van llegando algunos temas sugeridos. De a poco, vamos a ir retomándolos para cumplir con todos.
Hay una problemática que involucra a gran parte de los argentinos, específicamente a los jóvenes. En un país donde la desocupación sigue afectando a un gran porcentaje de los habitantes, más allá de los intentos de disfrazarla a partir de la entrega de planes sociales, quienes pretenden iniciar su carrera laboral no quedan exentos de sufrirla. Faltan estadísticas nacionales (las últimas que encontré datan del 2005) pero hay notas que ponen de manifiesto lo que pasa en algunas provincias, como Tucumán. Por los demás, segura estoy de que, cada uno, por experiencia personal o a través de algún conocido, sabe de qué estoy hablando.
Los títulos universitarios valen poco y ser estudiante cuesta aún más. Las empresas dicen valorar la “experiencia”; claro está, la “experiencia” nunca llega si alguien no nos da una oportunidad. Terrible y nefasto círculo vicioso. Cuando, con suerte, alguna empresa ofrece un empleo es probable que lo haga en el marco de una “pasantía”, que en muchos casos no es más que un nombre elegante para un trabajo “en negro”.
Cuando hablamos de “jóvenes”, la categoría formal alude a personas entre 19 y 24 años. Claro está que, la imposibilidad de encontrar un trabajo "decente", dificulta la independencia económica con la consiguiente prolongación (involuntaria) de la etapa juvenil. La situación se complica aún más si se tiene en cuenta el precio actual de los alquileres o, yendo más allá, de los inmuebles. Misión imposible. Los requisitos para acceder a un crédito bancario marcan también otro obstáculo para estos jóvenes que, así, ven cercenado su futuro.
Hay una problemática que involucra a gran parte de los argentinos, específicamente a los jóvenes. En un país donde la desocupación sigue afectando a un gran porcentaje de los habitantes, más allá de los intentos de disfrazarla a partir de la entrega de planes sociales, quienes pretenden iniciar su carrera laboral no quedan exentos de sufrirla. Faltan estadísticas nacionales (las últimas que encontré datan del 2005) pero hay notas que ponen de manifiesto lo que pasa en algunas provincias, como Tucumán. Por los demás, segura estoy de que, cada uno, por experiencia personal o a través de algún conocido, sabe de qué estoy hablando.
Los títulos universitarios valen poco y ser estudiante cuesta aún más. Las empresas dicen valorar la “experiencia”; claro está, la “experiencia” nunca llega si alguien no nos da una oportunidad. Terrible y nefasto círculo vicioso. Cuando, con suerte, alguna empresa ofrece un empleo es probable que lo haga en el marco de una “pasantía”, que en muchos casos no es más que un nombre elegante para un trabajo “en negro”.
Cuando hablamos de “jóvenes”, la categoría formal alude a personas entre 19 y 24 años. Claro está que, la imposibilidad de encontrar un trabajo "decente", dificulta la independencia económica con la consiguiente prolongación (involuntaria) de la etapa juvenil. La situación se complica aún más si se tiene en cuenta el precio actual de los alquileres o, yendo más allá, de los inmuebles. Misión imposible. Los requisitos para acceder a un crédito bancario marcan también otro obstáculo para estos jóvenes que, así, ven cercenado su futuro.
Recuerdo que, al presentar el Rally Dakar, la presidenta dijo que debíamos estar haciendo las cosas mejor como para que nos elijan… En fin, se ve que por acá, no se nota.
4 comentarios:
Ante todo, gracias por publicar mi comentario.
Te comento que en minutouno.com hubo una nota, disparadora de mi sugerencia, en la cual quise exponer mi sentir y jamás fue expuesto.
Voy a repetir hasta el cansancio de que es obvia la intención de desanimar al pueblo por parte de los gobernantes. Para ellos es mejor que seamos ignorantes, es mejor que seamos muertos de hambre, es mejor que no aspiremos a nada. Nos rebajan a todos para llenarse los bolsillos entregándonos como nación al mejor postor.
Tengo trabajo, tengo 24 años y sé que por mi propio sacrificio y habiendo hecho una carrera universitaria no voy a poder acceder nunca a un techo propio...
Sra. Presidenta... están haciendo las cosas bien? Piense de nuevo.
aby.
En más de uno o dos aspectos (por no decir casi todos) estoy totalmente en desacuerdo con la presidente de turno. Pero opiniones políticas aparte, el sueldo no alcanza para nada de nada. Y eso que estudio es una universidad pública y vivo con mis padres.
El título universitario no vale casi nada (a menos que tengas por lo menos 3. Si, 3!!). Y los deseos de independizarse seguramente terminarán anclados a un alquiler con pocas (O NULAS) posibilidades de adquirir la vivienda propia.
A veces la escucho hablar (A Cristina, obvio) y no se de qué país me está hablando...
Eva
Hola! Me sumo a la ola de comentarios decepcionantes: yo estudio en la UBA y también trabajo, pero una parte importante del sueldo está en negro :s
Hace unas semanas pedí un aumento, ya que mi salario es bastante pobre: como sumé experiencia en mi puesto y soy el único que realiza la tarea que desempeño, intenté cobrar lo que creo me corresponde.
Desilusión: el aumento otorgado fue de $150... ahora sí voy a poder comprarme los 10 kilos de limones que necesitaba!
Mientras, sigo buscando otro trabajo. Sin éxito, por supuesto.
Saludos! JAVI
Hola!
Que tema desesperanzador que están tocando chicos, arriba ese ánimo!. Yo ya no soy tan joven(tampoco tan vieja!!), pero el mundo está en sus manos y si lo encaran tan desmoralizados no van a llegar a ninguna parte. Los tiempos que corren no son fáciles, pero les cuento un secreto: el nuestro no fue el mejor (gobiernos militares de por medio). Siempre les repito a mis hijos una premisa y va para todos:"cuidado con lo que desean´porque eso será lo que obtengan", es decir cuando deseen algo con todo su ser lo van a conseguir y nada los separá de ese camino, ahora si no están seguros es muy posible que se distraigan con la primera mosca que pase volando. Si el gobierno de turno no les agrada, comiencen a trabajar para tener uno mejor, que si uds. traen buenas propuestas, nosotros los mayorcitos los apoyamos, pero no hay que quedarse lamiéndose las heridas y diciendo pobrecitos de nosotros. El tiempo es de ustedes.
Besos y a sacudirse tanto lamento.
Moni
Publicar un comentario