El sábado me fui a San Pedro. Como muchos sabrán, los productores de la zona cortaron durante varios días la ruta 9 en señal de protesta contra las retenciones que pretende aplicar el gobierno nacional. Yo sabía que, al llegar, no iba a encontrar el “piquete” porque lo habían levantado pero grande y desagradable fue la sorpresa. Ver a cientos de integrantes de la Prefectura al costado de la ruta, observando el paso de los autos y sin nada para hacer, es una imagen que cuesta digerir. Cuesta porque me recuerda imágenes que no viví en persona pero no quisiera jamás vivir. Las fuerzas del gobierno en la calle controlándonos, con órdenes de reprimir. La cosa no mejoró para el domingo a la noche, cuando me fui. A la Prefectura se le habían sumado varios móviles policiales. Las luces azules me provocaron otra vez la misma reacción. Yo no se si cortar las rutas es o no una propuesta legítima; deberíamos reconocer que, al menos, es la metodología más utilizada. El gobierno se ha mostrado siempre flexible ante las mismas y, por su política de derechos humanos, es que siempre se ha mostrado reticente a la presencia policial en las zonas en conflicto, y ni ha permitido que se le hablara de la posibilidad de reprimir. ¿Entonces? ¿Qué es lo que hace a este corte diferente? Tengo mis razones, pero me gustaría que la Presidenta nos explicara.
Ahora bien, la otra cara de esta protesta: el desabastecimiento. La situación en muchos lugares, principalmente en el interior, ya es insostenible. Y esto también genera violencia, entendible. Esta violencia se agudiza cuando las imágenes muestran los momentos en que se tiran grandes cantidades de leche, frutas, verdura y carnes, mientras la gente se sigue muriendo de hambre. ¿Qué se puede hacer para evitarlo? ¿Cuáles son las alternativas? El otro día se me ocurrió pensar que para evitar el bloqueo desde el gobierno nacional se podría organizar el traslado de mercadería a través del aire, por ejemplo, con los aviones Hércules, o a través de los distintos puertos del país. Sería una solución inteligente, pero me parece que todos están demasiados preocupados por pelearse y no por encontrar una razón. Y dije todos.
Y ahora, para terminar, algo que no tiene que ver con el campo pero que es la violencia nuestra de cada fin de semana. Esta vez fue la barra de River, o fracciones de ellas, las que se enfrentaron en las tribunas del estadio de Vélez, minutos antes de empezar el encuentro. La televisión mostró las imágenes en directo y estaban a la vista las dimensiones de lo ocurrido. Sin embargo, parece que los intereses pueden más que la lógica, y a los pocos minutos el árbitro marcaba el inicio del encuentro. Recién cuando faltaban 10 minutos para que terminara el partido, se hizo un comentario acerca de lo sucedido, informando que uno de los hinchas estaba hospitalizado en estado gravísimo. Gravísimo es que ese partido se haya jugado. Gravísimo que hagamos como si nada.
Saludos a todos! Y a pesar de todo, buen comienzo de semana!